Personas que brindan cuidado.
Cuidado que funciona.
Gracias a una fuerte alianza de socios comunitarios locales que brindan servicios de salud, por primera vez en una década, está disminuyendo el número de muertes por sobredosis de drogas en el condado de Los Ángeles.
Conozca algunas de las personas que realmente se interesan por la estrategia de By LA For LA, son personas que están haciendo impacto y construyendo comunidades más fuertes.
"Nos identificamos con ellos porque hemos estado allí".
Rebecca es una orientadora de personas de similar experiencia con ella en HOPICS, una organización que ofrece servicios de vivienda, atención a personas sin hogar y Reducción de Daños en el sur de Los Ángeles y zonas cercanas. Su propia experiencia de la falta de vivienda y el uso de sustancias le dan una visión única de los participantes a los que apoya a diario.
“Lo que hacemos es reunirnos con las personas donde se encuentren. Ya sea que necesiten agua, comida, descanso, si necesitan suministros, o cualquier cosa que tenga que ver con la reducción del daño a sí mismos. Pueden ser quienes son, no se les juzga. Los abrazamos con amor y compasión. Les decimos: ‘Oye, no estás solo. Eres visible. Te podemos ver”
"Todos se unen para ayudar a los demás".
Patricia es una ayudante de maestra de Whittier. Su hija recibe apoyo del programa Bienestar en el Este de Los Ángeles.
“Es difícil para una madre tener una hija que usa drogas en la calle y no saber lo que las drogas contienen. Las tiras reactivas de fentanilo que ella recibe, y el Narcan, salvan la vida de las personas. El personal de Bienestar es muy atento y amable. Este es un lugar seguro para la gente que viene a comer, charlar, encontrar abrigo, tomar una siesta. El centro ayuda a la comunidad al mantener a las personas fuera de la calle, a que estén seguras y a que se sientan como en familia”.“Me siento como una persona nueva”.
Fernando se encuentra en recuperación por consumo de sustancias y es un visitante habitual de la central de servicios de salud HOPICS en el sur de Los Ángeles.
“Este lugar me ha ayudado mucho. No tengo palabras para expresar mi agradecimiento. Me han acogido con cariño y les he contado la historia de mi vida. Y no es fácil para mí compartir eso con cualquiera. Pero confío en ellos, y ellos confían en mí, y he vuelto a ganarme la confianza de mi familia y de todos los demás. Ahora le hablo a todo el mundo en la sociedad. Por dondequiera que vaya, la gente me sonríe. Pero antes, no era así. Antes, me miraban con miedo. La estaba pasando muy mal, y ahora, honestamente, siento que he vuelto a nacer”.